-Tá muy malo el corralero
y allá en el potrero
como viejo está
hay que ayudarlo
a que muera
para que no sufra más
siempre fuiste el más certero
y por eso debes
su mal aliviar.
Cómo pretenden que yo
que lo crié de potrillo
clave en su pecho un cuchillo
porque el patrón lo ordenó.
Déjenlo no más, pastar
no rechacen mi consejo
que, yo lo voy a enterrar
cuando se muera de viejo.
Junto al estero del bajo
lo encontré tendido
casi al expirar
me acerqué muy lentamente
y se lo quise explicar
pero al verlo resignado
me tembló la mano
y me puse a llorar.
- que triste, man
- no te preocupes, es de plástico
- ah qué alivio. casi me cagás la mañana
- pero la historia es real
- si serás eh
- ustedes dos son unos insensibles que no se emocionan con nada
- andá, mariquita
- hacete dar por el burro de abajo
- qué bestias...